Primero que nada, está compuesto por una variedad de instituciones que desempeñan roles esenciales para el desarrollo económico del país. Los bancos, corporaciones financieras, compañías de financiamiento y cooperativas. Todas se encargan de otorgar créditos y préstamos. Son estas instituciones quienes proporcionan a las empresas el capital necesario que les permite expandirse, innovar y operar eficientemente.
Adicionalmente, las sociedades de servicios financieros, tales como: fiduciarias, administradoras de pensiones y cesantías, depósitos y de capitalización, gestionan fondos de manera que los individuos puedan planificar su futuro y asegurar la estabilidad económica.
Las entidades aseguradoras, que incluyen seguros y reaseguros, protegen a las compañías contra riesgos inesperados. Así, garantizan la continuidad operativa, incluso ante situaciones adversas. Los intermediarios, como agencias y corredores, facilitan el acceso a estos servicios; mientras que las comisionistas, que operan en las bolsas de valores, permiten acceder a mercados de capitales. De esta forma, brindan financiación a través de la emisión de acciones y bonos.
Por otro lado, la banca otorga financiamiento para adquisición de capital de trabajo y activos.
En conjunto, las instituciones no solo proporcionan los recursos necesarios para el crecimiento empresarial, sino que también ofrecen herramientas que contribuyen a:
