Este tipo de crédito ofrece múltiples ventajas que pueden ser aprovechadas por los consumidores. Una de las principales, es la libertad en el uso del dinero. A diferencia de un crédito de vivienda, donde el financiamiento debe destinarse a la compra de una propiedad, o en microcrédito que se destina a fines productivos del negocio, el crédito de consumo permite al usuario determinar libremente el propósito del préstamo (Guerrero, 2022). En términos generales, el crédito de consumo se refiere a aquellos préstamos otorgados por las entidades financieras a personas naturales para financiar gastos personales, familiares o del hogar, excluyendo aquellos destinados a actividades productivas o comerciales.
Otra ventaja significativa es la rapidez en la aprobación y desembolso del dinero. Muchas entidades financieras ofrecen procesos de solicitud simplificados con mínimos requisitos; como resultado, los usuarios pueden acceder al crédito en tiempos cortos. Estos beneficios resultan ideales para para situaciones de urgencia o para aprovechar oportunidades que requieran una respuesta financiera inmediata.
Adicionalmente ofrece otros beneficios:
- Potencial mejora de historial crediticio: al utilizar correctamente el crédito de consumo y realizar pagos a tiempo, los consumidores pueden mejorar su calificación crediticia. En consecuencia, favorecen su acceso a nuevos financiamientos.
- Posibilidad de consolidar deudas: los créditos de consumo también se usan para consolidar deudas más costosas. Por ejemplo, las de tarjetas de crédito en un único préstamo, con una tasa de interés potencialmente más baja.
- Planes de pago personalizados: es posible optar por la refinanciación de créditos. En este sentido, se puede solicitar a la entidad bancaria ajustar las condiciones pactadas inicialmente.
