Capacidad financiera: Concepto e indicadores clave para medirla

La capacidad financiera de una empresa es como la salud de una persona: es fundamental para su bienestar y crecimiento. De ahí que, sin importar el tamaño o naturaleza de un negocio, resulta tan necesario entender qué significa este concepto, pero más importante aún, conviene saber cómo medirlo y qué hacer para aumentarlo, tanto a corto como a largo plazo.

En palabras simples, la capacidad financiera es la habilidad que tiene una empresa para cumplir con sus obligaciones económicas. Estas obligaciones pueden incluir el pago a proveedores y empleados, así como la cobertura de deudas pendientes. Pero va más allá: también implica tener los recursos suficientes para invertir en el desarrollo y crecimiento sostenible de la empresa.

Conocer la capacidad económica de una organización es fundamental porque:

• Permite tomar decisiones informadas sobre posibles contrataciones, inversiones y planes de crecimiento.
• Ayuda a determinar si se pueden pagar las deudas a corto plazo y mantener una operación fluida sin interrupciones financieras.
• Es un factor definitivo para atraer y retener inversores o tener acceso a otras fuentes de financiamiento.  
• Permite a la empresa prepararse para los riesgos financieros, asegurando que pueda afrontar tiempos económicos difíciles.

Dada su importancia y utilidad, repasemos algunas sugerencias útiles para establecer la capacidad económica de una empresa. Para ello, es necesario utilizar ciertos indicadores de uso frecuente en la contabilidad financiera. Estos indicadores permiten medir la capacidad de respuesta de un negocio ante sus obligaciones, en un lapso de tiempo determinado. Entre los indicadores clave que se deben tener en cuenta para su cálculo están:

La liquidez es un ratio que mide la capacidad de la empresa para pagar sus deudas a corto plazo. Para ello, se calcula la diferencia entre el activo corriente (activos líquidos) y el pasivo corriente (deudas a corto plazo). Además, excluyendo los inventarios del activo corriente (prueba ácida), se conoce la capacidad de respuesta inmediata para pagar las deudas.

La solvencia es otro indicador financiero clave que se utiliza para establecer la capacidad económica de una organización. Sirve para evaluar si la empresa puede pagar todas sus deudas en cualquier momento.

Para su cálculo, se divide el valor del activo total entre el valor del pasivo total. Otros indicadores de solvencia que complementan este análisis financiero son: el endeudamiento, la cobertura de intereses y los fondos propios.

En tercer lugar, está la rentabilidad, es decir, la capacidad de la empresa para generar beneficios. Dos de los indicadores que sirven para medirla son el margen de beneficio neto y el retorno sobre la inversión. El primero indica el porcentaje de beneficio neto sobre los ingresos totales; el segundo mide la rentabilidad de las inversiones realizadas.

Como último indicador clave de la capacidad financiera de un negocio está la eficiencia. Esta mide la capacidad de la empresa para utilizar sus recursos de manera eficiente. Los indicadores clave para establecer la eficiencia son:

• Rotación de inventario: mide la velocidad a la que se vende el inventario.
• Periodo medio de cobro: indica el tiempo promedio que tarda un cliente en pagar.
• Periodo medio de pago: señala el tiempo promedio que tarda la empresa en pagar a sus proveedores.

En efecto, es posible establecer la capacidad financiera de una empresa usando los indicadores apropiados para su cálculo. Ahora bien, ¿qué hacer si, tras una auditoría financiera, descubre que es necesario aumentar la capacidad económica de su negocio? Seguir los siguientes consejos podría ayudarle:

• Explore nuevas fuentes de ingresos o mercados para reducir la dependencia de un solo producto o servicio.
• Evalúe si es posible ajustar sus precios al alza sin afectar significativamente la demanda.
• Revise sus contratos con proveedores y busque oportunidades para obtener mejores precios.
• Evite el exceso de inventario y establezca sistemas de control para reducir pérdidas por obsolescencia o deterioro.
• Implemente un sistema de cobranza eficaz para reducir los días de cuentas por cobrar.
• Si es necesario, negocie líneas de crédito con bancos o proveedores para tener acceso a liquidez cuando la necesite.
• Invierta en estrategias de marketing efectivas para aumentar la visibilidad de su marca y atraer nuevos clientes.
• Considere contratar a un asesor financiero para recibir formación y obtener orientación personalizada.

En conclusión, la capacidad financiera es un aspecto esencial en el éxito de cualquier empresa. Al medirla regularmente podrá tomar decisiones estratégicas que garanticen el buen funcionamiento y la permanencia de su negocio. Así, no solo cumplirá con sus obligaciones económicas, sino que también dispondrá de los recursos necesarios para seguir creciendo.

Referencias bibliográficas

• Aguirre, M. y Gil, E. (2024, 4 de junio). 17 indicadores financieros que aseguran tu gestión empresarial. Appvizer. https://www.appvizer.es/revista/contabilidad-finanzas/contabilidad/indicadores-financieros
• ESE Business School. (2023, 25 de abril). Analizando la situación económica de una empresa. https://ese.cl/ese/blog/analizando-la-situacion-economica-de-una-empresa/2023-04-25/171134.html
• Investor. (2023, 2 de agosto). Capacidad financiera: ¿qué es y cómo puede ayudarte en tus inversiones? https://theinvestoru.com/blog/que-es-capacidad-financiera/